RUGBY: El problema de la Masculinidad
Agustín Pichot se postuló para ser presidente de la World
Rugby con el mensaje de cambiar los estereotipos de este deporte. Pero para
hacerlo, no hay que olvidarse de por qué esta disciplina generó eso.
Mientras el ex capitán de los Pumas anunciaba su
candidatura, los protagonistas de uno de los hechos mas violentos por un grupo
Rugbiers (asesinato de Fernando Báez Sosa), solicitaban la prisión
domiciliaria. Pero, como correspondía, este pedido fue rechazado mediante el
fallo de la Cámara de Garantías de Apelaciones de Dolores.
¿Qué es lo que considero de esto? Que para cambiar los
estereotipos de este deporte (y de otros), no hay que olvidar lo que se hizo
mal, ni el por qué se generaron estas personalidades. Profundizar sobre el
inicio de estos hechos de violencia y entender de qué tratan es el camino. Muchos
profesionales hablan de la “Masculinidad...”
La masculinidad, lamentablemente, está en casi todas
partes, muchos varones necesitan mostrarse como “verdaderos machos” en las
distintas prácticas que realizan, y la de violencia y la fuerza, al parecer,
son formas de hacerlo. Pero en el deporte, que ya es masculinizante, se ha
concluido que quienes practican Rugby, es más notorio.
Es como si el Rugbier, mientras se jacta de valores poco
comprobables, debe rendir un examen ante su grupo de amigos para demostrar su
rudeza y no perder prestigio. A esto se le suma el gen de dominio que tiene la
clase socio-económica que tradicionalmente lo practica.
La agresión física o psicológica hacia otra persona es la
forma de construirse como varón y garantizar su identidad, la manera de
comunicarse con su entorno o equipo deportivo, por eso, los profesionales hablan del problema de la masculinidad como el principio de las causas…
En un deporte donde la fuerza es tan dominante, los clubes
deberían comenzar a tomar mas recaudo a la hora de la preparación de sus
jugadores. Parar esto demandará mucho tiempo, y quizás lleve toda una generación
trasformar el estereotipo del rugbier, pero de a poco, se debe ir incorporando
este cambio mental con distintas estrategias psicológicas, formas de conexión y
preparándose para los distintos contextos sociales, además de lo deportivo.
El mismo Agustín Pichot cuenta que en los últimos 20 años
ha visto o estado en actos de violencia y a eso se lo consideraba “normal”, por
eso, es tan importante ese cambio mental que se debe hacer, y el caso de
Fernando Báez Sosa, marcará un antes y un después en este deporte.
De evolucionar se trata. “Tenemos que cambiar muchas cosas
que culturalmente estaban aceptadas, como por ejemplo: los bautismos, y ni
hablar de peleas o violencia física y psicológica de cualquier tipo”, remarcaba
el ex medio scrum de los Pumas en Club Octubre FM 94.7 hace unos días.
Tomar conocimiento de esto es el comienzo para trabajar el problema
de la masculinidad en el Rugby, quizás lleve un largo tiempo, pero es la forma
de dejar de lado las prácticas de violencia que en el pasado eran consideradas normales.
Mi agradecimiento a la Psicóloga Stella Cistola y a Juan Branz, escritor de “Machos de Verdad”, por sus aportes.
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